miércoles, 22 de diciembre de 2010

Gobernar: ¿mentir y falsear?

Después de vivir intensos procesos de lucha social, caracterizados por una fuerza formidable, una capacidad de resistencia y organización importante, y la posibilidad de soñar en un país distinto y mejor, más de todos y todas; nos hemos enfrentado a una triste y repetitiva realidad, y es que confiamos en un proyecto político que avanzaba; y de hecho lo hizo, en la una dirección que significa un proceso donde los beneficiados serían los trabajadores y los pueblos del Ecuador y no sus reducidas oligarquías.

Lastimosamente “la historia nos juzga” y es implacable, nuevamente el mentir, el falsear, el perseguir, el condenar y el gobernar para pocos se convirtió en la práctica habitual de Correa y sus séquitos aduladores. Hoy defienden sus intereses, los otrora ocultos, los que significan explotación, pobreza e inseguridad, los que se expresan en las leyes que dicta y en la forma de aprobarlas.

Es claro que dar marcha atrás en lo “derechizado” es ya imposible, sin embargo las cosas no están perdidas y es que la historia la hacen los pueblos, sus luchas, sus reflexiones, la capacidad de organización que tengan, lo tesonero de su trabajo y no un o unos cuantos gobernantes que con un ego del tamaño del océano pretenden subsumir todo a sus designios mentirosos y falaces.

El trabajo para la construcción de ese mundo, más de todos, es entonces tarea de quienes lo soñamos, de quienes estamos dispuestos a construirlo y a levantarlo desde abajo y desde la izquierda.